La tristeza nunca viene con invitación
- Dani Chapa
- 26 ago 2019
- 1 Min. de lectura
A mis 18 años de vida puedo decir que he vivido lo suficiente como para saber que los malos momentos pasan cuando menos lo imaginamos. En los últimos 3 meses la vida me ha golpeado de una manera tan horrible que ni siquiera se como sigo en pie, y me gustaría estar exagerando mis palabras pero desgraciadamente no exagero. Y no es como que mi vida antes de eso haya sido totalmente "perfecta", pero bastante buena si era.
Hace muchos años leí que las personas debíamos tener un plan B ya que en pocas ocasiones se cumple al pie de la letra lo que anhelamos, y ahora me doy cuenta de cuanta razón tenia la Verdu, columnista mexicana a la cual admiro. Si pienso detenidamente en todos los momentos desagradables que tuve, llego a la misma conclusión que las demás veces: nada va a cambiar. No sirve de nada lamentarme, ni pensar en el "hubiera". Pero vaya si me gusta pensar en cada momento vivido... y por ahora es lo único que quiero hacer, se que esta muy mal, demasiado mal pero como el titulo de esta entrada: la tristeza llego a mi vida sin invitación y me dejo tirada. Se que saldré de esta etapa en un tiempo, pero para avanzar a veces debes quedarte observando todo y analizando hasta por fin seguir adelante.

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